Sigwart Blum, Afiches publicitarios, Buenos Aires, 1939 |
Las Academias Pitman convidan a un título de secretaria después de un modesto curso de dactilografía. Es la promesa del ascenso social.
A la nena
no le interesa. Señala a la madre otra promesa: una película.
El cine
ilusiona con comedias sobre una vida mejor. Se necesitan: son los tiempos de la
Década Infame. Subterráneamente, Mario Soffici filma su formidable Prisioneros de la tierra, que está a
punto de estrenarse.
Esta
película no. Aquí se trata, paradójicamente, de otra tierra: Nuestra tierra de paz. Es una biografía
de San Martín, nada menos. Aparecen el general, Remeditos y hasta el mismísimo sargento
Cabral, de cuya existencia nadie duda como hará algún irreverente en el futuro.
El afiche
muestra el rostro hierático de San Martín, como se imagina a los próceres en
esta época. Los historiadores ya se han decidido por el general como el héroe
nacional por antonomasia. No hace tanto, Ricardo Rojas publicó su Santo de la espada, libro extraordinario
si los hay.
La nena
señala el afiche en el que se destaca el cabildo, un signo de la
Revolución de 1810 en la que San Martín no tuvo nada que ver. Cosas de la
propaganda.
Nuestra tierra de paz, estrenada el 4 de julio de 1939, fue dirigida por Arturo S. Mom. Disponible en https://ar.search.yahoo.com/yhs/search;_ylt=AwrEg6fYsDNbBQsA71LX9wt.;_ylc=X1MDMjExNDcxMzU1OQRfcgMyBGZyA3locy1hdmctZmhfbHNvbnN3BGdwcmlkA2JCN21nN2paUkIuTEFnVkRIbWFnMUEEbl9yc2x0AzAEbl9zdWdnAzAEb3JpZ2luA2FyLnNlYXJjaC55YWhvby5jb20EcG9zAzAEcHFzdHIDBHBxc3RybAMwBHFzdHJsAzM5BHF1ZXJ5AyUyMnRpZXJyYSUyMGRlJTIwcGF6JTIyJTIwcGVsJUMzJUFEY3VsYQR0X3N0bXADMTUzMDEyMzg4OA--?p=%22tierra+de+paz%22+pel%C3%ADcula&fr2=sb-top&hspart=avg&hsimp=yhs-fh_lsonsw&type=ff.60.w10.hp.04-03.ar.avg._.0615piz