Por qué Historias con Lupa

Si uno le pone una lupa a una tela aparentemente lisa descubre nudos impensados, hilos desparejos antes imperceptibles. Lo mismo pasa con la Historia. Cuando uno la mira con una lente inquisitiva, aparecen las vidas privadas, las mezquindades y los heroísmos y, en el fondo silencioso, los deseos, esos que explican de verdad las conductas. Esto queremos aquí: mostrar las historias con minúscula, los hilos imperfectos pero espléndidos que forman el tejido de la Historia con mayúscula.

Pero hay también otro modo. Una historia, esta vez de lo más íntimo, el cuerpo, escrita con imágenes. Para eso hay que ir a www.imagenesdelcuerpo.blogspot.com.

sábado, 21 de julio de 2012

Emanuele Belgrano


El padre del creador de la bandera argentina, Domenico Francesco Belgrano e Peri (1730/1795), nació en Costa d’Oneglia, un pueblito recostado sobre el mar de la Liguria. El Peri le servía para diferenciarse de las muchas familias que en esa corta villa llevaban el mismo apellido: Bel-Grano, cuya traducción es innecesaria.
A los veintitrés años, el buen Domenico juntó todo el dinero que pudo y fletó un cargamento de aceitunas y aceite de oliva a Buenos Aires, que por entonces formaba parte del Reino del Perú.
En Cádiz consiguió carta de naturaleza, que no se concedía así como así. No sabemos cómo obtuvo la preciada ciudadanía hispana, ni la licencia para comerciar con el precario puerto porteño. Lo cierto es que se castellanizó como Domingo Belgrano y Pérez.
En su larga trayectoria tuvo juicios por estafa, varios embargos y aun la ciudad por cárcel. Que sepamos, Domingo nunca volvió a Oneglia. Tampoco Manuel Belgrano visitó aquella patria ligur, pese a que admiraba a los fisiócratas italianos.
En 1923, il Duce, que soñaba con un imperio, instituyó la provincia de Imperia unificando Oneglia y Porto Maurizio. Mussolini quiso que hubiera memoria de su fundación. El Podestá, entonces, encomendó un enorme fresco (4x9 metros) al piamontés Cesare Milone Ferro (1880/1934).

Mural de Cesare Ferro, 1931, Palazzo Comunale, Imperia, Italia

El mural es bipartito. A la izquierda, los personajes ilustres de Maurizio. A la derecha, los prohombres nacidos en Oneglia: Edmundo de Amicis (el autor del lacrimoso Corazón), Andrea Doria (el almirante que participó en la batalla de Lepanto) y un obispo, que nunca faltan. También está Giovanni Battista, mucho tiempo secretario de Garibaldi, que anduvo por la Argentina mandado por Mazzini. 
Pero lo más curioso es la figura ecuestre de nuestro Manuel Belgrano, en el ángulo superior derecho del fresco, con la bandera flameando en sus manos. Se parece sospechosamente al Napoleón cruzando los Alpes de David. Como fuere, allí está Manuele, al fin y al cabo, un oriundo, un ciudadano de Italia.