Por qué Historias con Lupa

Si uno le pone una lupa a una tela aparentemente lisa descubre nudos impensados, hilos desparejos antes imperceptibles. Lo mismo pasa con la Historia. Cuando uno la mira con una lente inquisitiva, aparecen las vidas privadas, las mezquindades y los heroísmos y, en el fondo silencioso, los deseos, esos que explican de verdad las conductas. Esto queremos aquí: mostrar las historias con minúscula, los hilos imperfectos pero espléndidos que forman el tejido de la Historia con mayúscula.

Pero hay también otro modo. Una historia, esta vez de lo más íntimo, el cuerpo, escrita con imágenes. Para eso hay que ir a www.imagenesdelcuerpo.blogspot.com.

viernes, 31 de agosto de 2012

Cuerpos de la Belle Époque

La moda de la elegancia parisiense, revista de El Correo de Ultramar, 1881, París

Eugène Tandonnet, el amigo de Sarmiento, era distribuidor de El Correo de Ultramar, una especie de Reader’s Digest que compendiaba artículos europeos y estadounidenses en francés. El Correo, desde luego, no era inocente. Nadie podía serlo en aquella época de expansión del centro sobre la periferia del mundo.  
Tampoco era inocente La moda de la elegancia parisiense, la revista que solía despacharse junto con El Correo en el vapor de la carrera que venía de Montevideo. El dictado de la moda, que de eso se trataba, prescribía cómo debían ser los cuerpos de la élite de la Belle Époque.
La moda de la elegancia parisiense, que se editó en París entre 1869 y 1886, no ocultaba sus intenciones hegemónicas. Al contrario, las proclamaba a los cuatro vientos. No sólo recomendaba “un traje corto de tafeta color malva”, también proponía llanamente “modelos de cuerpos y tocados”.
Y allí iban nuestras aprendizas de burguesas, barriendo con la cola de sus modernísimos vestidos las calles de tierra malamente apisonada. Toda una metáfora.