Por qué Historias con Lupa

Si uno le pone una lupa a una tela aparentemente lisa descubre nudos impensados, hilos desparejos antes imperceptibles. Lo mismo pasa con la Historia. Cuando uno la mira con una lente inquisitiva, aparecen las vidas privadas, las mezquindades y los heroísmos y, en el fondo silencioso, los deseos, esos que explican de verdad las conductas. Esto queremos aquí: mostrar las historias con minúscula, los hilos imperfectos pero espléndidos que forman el tejido de la Historia con mayúscula.

Pero hay también otro modo. Una historia, esta vez de lo más íntimo, el cuerpo, escrita con imágenes. Para eso hay que ir a www.imagenesdelcuerpo.blogspot.com.

jueves, 22 de octubre de 2020

El afilador y la peste

El afilador estudia el ángulo exacto con que pasará el cuchillo por la piedra de afilar.

Se ve que no pasan muchos carruajes porque hace su oficio en plena calle. Debe ser el centro de la ciudad por el empedrado y las veredas regulares. Casas bajas con rejas. Buenos Aires sigue siendo una ciudad colonial.

En una vereda, un perrito se apura, quién sabe por qué. En la otra, una señora de vestido largo sube a un carruaje de alquiler conducido por su cochero con bombín.

Una imagen de normalidad en la gran aldea.

Pero es 1870. La fiebre amarilla se está incubando.