Por qué Historias con Lupa

Si uno le pone una lupa a una tela aparentemente lisa descubre nudos impensados, hilos desparejos antes imperceptibles. Lo mismo pasa con la Historia. Cuando uno la mira con una lente inquisitiva, aparecen las vidas privadas, las mezquindades y los heroísmos y, en el fondo silencioso, los deseos, esos que explican de verdad las conductas. Esto queremos aquí: mostrar las historias con minúscula, los hilos imperfectos pero espléndidos que forman el tejido de la Historia con mayúscula.

Pero hay también otro modo. Una historia, esta vez de lo más íntimo, el cuerpo, escrita con imágenes. Para eso hay que ir a www.imagenesdelcuerpo.blogspot.com.

jueves, 12 de diciembre de 2019

Tú me quieres blanca

El mar. Y Alfonsina. ¿Qué hay en esa mirada que nos mira? ¿Qué hay en el mar que la deprime, que sin embargo la atrae?
Hay quien habla de su muerte bella y trágica. No hay muerte bella. Y menos desde ese espigón de hierros enmohecidos (no es cierto que caminó por “la blanda arena”), un zapato tristemente olvidado en el cemento.
“Me tiro al mar” fue lo último que escribió. No hay poesía allí.
Donde sí hay poesía es en vida. Véase si no:

Hombre pequeñito
Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
Suelta a tu canario que quiere volar…
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.
Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.
Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé media hora,
no me pidas más.
Alfonsina en la Mar del Plata de los años 20. Detrás, un gordo despatarrado que mira impunemente a cámara. Y un hombre de espaldas con su pudorosa salida de baño. Y dos señores de traje, sombrero y seguramente corbata. Patético.  

Archivo General de la Nación. Alfonsina Storni. Caras y Caretas 1924.