Por qué Historias con Lupa

Si uno le pone una lupa a una tela aparentemente lisa descubre nudos impensados, hilos desparejos antes imperceptibles. Lo mismo pasa con la Historia. Cuando uno la mira con una lente inquisitiva, aparecen las vidas privadas, las mezquindades y los heroísmos y, en el fondo silencioso, los deseos, esos que explican de verdad las conductas. Esto queremos aquí: mostrar las historias con minúscula, los hilos imperfectos pero espléndidos que forman el tejido de la Historia con mayúscula.

Pero hay también otro modo. Una historia, esta vez de lo más íntimo, el cuerpo, escrita con imágenes. Para eso hay que ir a www.imagenesdelcuerpo.blogspot.com.

viernes, 17 de junio de 2022

Al abordaje... a caballo

Alguna vez, hace más de doscientos años, ondeó en el mástil más alto de un bergantín inglés, el Justina. Ahora está allí, bajo un cristal, en la oscuridad húmeda del Convento de Santo Domingo. Es la bandera, o lo que queda de ella, de la nave de la Royal Marine que los criollos tomaron en las invasiones inglesas. Lo curioso es que lo hicieron a caballo.


A caballo entraron al río que, traicionero, bajó de repente y encalló el buque sin remedio. Un cañonazo afortunado se había llevado el palo mayor. Los británicos estaban a la merced de los inmisericordes bancos de arena.

Y se vieron venir encima una horda de gauchos desaforados. Los criollos pegaban unos gritos que helaban la sangre. Los caballos chapoteaban el agua blanda. Los conducía un cadete. Un veinteañero hecho a las espinas de los montes salteños. Era Martín Miguel de Güemes, sobre cuya infancia indagamos en un libro que aparecerá en 2023: Güemes y su caballo.

El río ya no está. El sitio donde ocurrió la hazaña de Martín y sus criollos yace bajo la tierra del progreso. Actualmente se levanta allí lo que seguimos llamando la Torre de los Ingleses. Vaya ironía, ¿no?