Por qué Historias con Lupa

Si uno le pone una lupa a una tela aparentemente lisa descubre nudos impensados, hilos desparejos antes imperceptibles. Lo mismo pasa con la Historia. Cuando uno la mira con una lente inquisitiva, aparecen las vidas privadas, las mezquindades y los heroísmos y, en el fondo silencioso, los deseos, esos que explican de verdad las conductas. Esto queremos aquí: mostrar las historias con minúscula, los hilos imperfectos pero espléndidos que forman el tejido de la Historia con mayúscula.

Pero hay también otro modo. Una historia, esta vez de lo más íntimo, el cuerpo, escrita con imágenes. Para eso hay que ir a www.imagenesdelcuerpo.blogspot.com.

viernes, 28 de octubre de 2011

Saquen una hoja

Una escuela sancionó a una alumna de tercer año que usó su celular en horas de clase para subir a Facebook la foto que acababa de tomar a una compañera. La punición consistió en quitarle su condición de abanderada y exigirle una composición sobre el “uso y mal uso de los medios de comunicación”.
Los padres no aceptaron la sanción. Y llevaron el caso a tribunales. Por suerte, porque otros progenitores muelen a palos a los docentes que osan contradecir a sus hijos.
Antes, “la señorita” era un personaje ilustre de los barrios, no menos insigne que “el doctor”. Ya no es así. La escuela no es más (o lo es cada vez menos) el lugar donde ocurre la socialización secundaria, aquel proceso en que los chicos internalizaban valores y normas congruentes con la socialización primaria que se daba en la familia.
Hay, desde hace tiempo, un conflicto de largo aliento. Lo que no es malo en sí mismo. Pero ¿dónde se da la socialización secundaria? ¿En el programa de Tinelli?