Por qué Historias con Lupa

Si uno le pone una lupa a una tela aparentemente lisa descubre nudos impensados, hilos desparejos antes imperceptibles. Lo mismo pasa con la Historia. Cuando uno la mira con una lente inquisitiva, aparecen las vidas privadas, las mezquindades y los heroísmos y, en el fondo silencioso, los deseos, esos que explican de verdad las conductas. Esto queremos aquí: mostrar las historias con minúscula, los hilos imperfectos pero espléndidos que forman el tejido de la Historia con mayúscula.

Pero hay también otro modo. Una historia, esta vez de lo más íntimo, el cuerpo, escrita con imágenes. Para eso hay que ir a www.imagenesdelcuerpo.blogspot.com.

sábado, 29 de junio de 2013

Las damas mendocinas

Francis Bon Head (1793/1875)
Cuando sir Francis Bon Head llegó a Buenos Aires, en 1825, se bebía las pampas. Venía a hacerse cargo del fabuloso Cerro de Famatina. Lástima que en La Rioja se topó con el hirsuto Facundo Quiroga y todo se fue al diablo.
Con el genio avinagrado, el primer baronet del Honorable Concejo de Su Majestad se fue a Mendoza. Allí descubrió, asombrado, que las damas mendocinas (quién sabe si no alguna de las que bordó la bandera del Ejército de los Andes) se bañaban en el río… desnudas.
Al menos así lo escribió en Las Pampas y los Andes. Notas de viaje (1825-1826):
"Difícilmente se dará crédito a que, mientras la Alameda mendocina está llena de gente, mujeres de todas las edades, sin ropas de ninguna clase o especie, se bañaban en gran número en el arroyo que literalmente limita al paseo. Shakespeare nos dice que “la más cautelosa doncella es bastante pródiga si descubre sus encantos a la luna", pero las damas de Mendoza, no contentas con esto, se los muestran al sol; y tardes y mañanas, realmente se bañan sin traje alguno en el río Mendoza, cuya agua rara vez llega arriba de las rodillas, hombres y mujeres juntos; y por cierto, de todas las escenas que he presenciado en mi vida, nunca vi otra tan indescriptible." 
No sería para tanto.